Prevención de Lesiones
La lesión en general es una amenaza que revolotea continuamente sobre los y las deportistas durante el entrenamiento y la propia competición, contra la que diariamente deportistas y preparadores están en continua lucha, ¿cuánto debo entrenar?, ¿más es mejor?, ¿cuánto debo descansar? … Éstas son algunas preguntas que a diario atletas y entrenadores nos hacemos, porque de la correcta utilización y manejo de los factores relativos al individuo y de los relativos a la propia actividad para la que nos estemos preparando, podemos tener éxito en nuestro desempeño o, por el contrario, podemos caer en la sobrecarga y como consecuencia en la lesión (Orchard J.W. 2001). Mientras que las lesiones con contacto pueden provenir de un lance fortuito en el juego: contusiones, cortes, etc., las lesiones sin contacto tienen una etiología multivariable en la que hay que controlar aspectos biomecánicos, fisiológicos, nutricionales y emocionales para evitar que en una acción deportiva determinada donde la magnitud de las resistencias externas supere a nuestra capacidad de hacerles frente se desencadene una cascada de procesos bioquímicos que como respuesta den una lesión
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Estas últimas son el tipo de lesiones que con un entrenamiento adecuado podemos prevenir o por lo menos reducir su aparición. El entrenamiento de resistencias progresivas utilizando todo el rango articular y con control sobre las inercias ha demostrado ser un método seguro, eficaz y eficiente para trabajar el tejido musculoesquelético y que éste pueda competir con las fuerzas externas en igualdad de condiciones. Desde nuestro punto de vista, la masa que movemos no es la culpable de que el tejido se lesione durante un entrenamiento, sino las continuas aceleraciones y deceleraciones que le transmitimos que hacen que los receptores musculares estén continuamente adaptando el tejido a nuevas situaciones sin control aparente. En este sentido, los equipos MedX con los que cuenta Ikaika permiten trabajar el músculo adaptando las resistencias al rango de su movimiento situándolas en el plano óptimo, para que a posteriori el individuo pueda expresar la fuerza con total garantía en aquel gesto técnico o acción que la competición le demande. Lo que tenemos claro en Ikaika es que el entrenamiento de fuerza jamás será la causa de la lesión sino la herramienta que te proteja de la misma.
El ejercicio adecuado ayudará tanto a prevenir la lesión sin contacto, como a facilitar su recuperación en el caso de que ya se haya producido. En el primero de los casos el objetivo será aumentar la fuerza y el rango de movimiento, y en el segundo, además de los dos anteriores, eliminar la componente del dolor. En este último caso, será el médico el que de la autorización pertinente para realizar ejercicio. En tal caso, el M.D. Edward Laskowski (Laskowski, 2003), especialista en medicina física y rehabilitación y codirector del centro de medicina deportiva de la clínica Mayo en Rochester, Minn, USA, apunta que: “hace años a la gente cuando tenía dolor se le recomendaba reposo, pero ahora sabemos que es justamente lo contrario. Cuando el descanso es excesivo la condición física se pierde y el dolor se puede volver crónico”.

Bibliografía
- Orchard, J. W. (2001). Intrinsic and extrinsic risk factors for muscle strains in Australian football. The American journal of sports medicine, 29(3), 300-303. Journal of Sports Medicine , 29 (3), 300-303.
- Laskowski, E. (2003). Chronic pain: Exercise bring relief. Mayo clinic , 1 (23), 1-4.